La Cámara de Representantes se presta a aprobar en sesión hoy una medida del representante José Aponte Hernández que busca realizar una investigación sobre el tráfico de animales peligrosos o especies exóticas en Puerto Rico, con el fin de buscar alternativas para mejorar esta situación.
Según dijo hoy en un comunicado de prensa Aponte Hernández, se estima que el tráfico de animales constituye el tercer mayor comercio ilegal del mundo, superado sólo por el de drogas y el de armas.
Y de acuerdo con el legislador, en la isla se han incautado animales exóticos como boas, pitones, serpientes venenosas, osos, pumas, leones, tigres de bengala, jaguares, ocelotes, arañas y escorpiones.
«La proliferación de estos animales peligrosos altera los ecosistemas en Puerto Rico, amenazando el crecimiento natural de todos los integrantes y ocasionando que muchas de las especies nativas estén en peligro de extinción», sostuvo Aponte Hernández.
El legislador indicó que a nivel local, la flora y la fauna se han visto «gravemente afectadas por este tráfico ilegal, que se ha convertido en la causa principal de la pérdida de biodiversidad no solo en la isla, sino también a nivel mundial».
El proyecto -Resolución de la Cámara 251- ordena a las Comisiones de Seguridad Pública, Agricultura, Recursos Naturales y Asuntos Ambientales dirigir la pesquisa y tener un informe detallado en un período que no exceda los 180 días.
Aponte Hernández alegó además que existe una estrecha conexión entre el tráfico de animales y otros negocios relacionados al crimen organizado y que en intervenciones de drogas por la Policía, han encontrado especies exóticas, pues se usan «como símbolo de poder, para vigilar drogas y para restringir el área».
El legislador detalló que las especies son colocadas en lugares estratégicos, con el fin de dificultarle la entrada de policías, rivales o cualquier persona que puedan ser «enemigo del espacio».
Añadió que han habido casos en los que las autoridades han encontrado caimanes, los cuales son utilizados para proteger la droga o para atacar o torturar personas.
Todas las especies exóticas ilegales que se incautan en la isla son llevadas al Centro de Confinamiento de Especies del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales ubicado en el Bosque Cambalache de Arecibo, al norte de la isla.