Hoy se confirmó que los servidores de los Centros de Servicios al Conductor (CESCO) fueron blanco de una serie de poderosos ciberataques, uno de estos el pasado sábado y el otro hoy. Estas acciones demuestran, nuevamente, la relevancia que tiene la seguridad cibernética en esta época de conectividad global y redes sociales.
Es innegable la importancia que representa la tecnología en nuestra sociedad moderna. Sin embargo, con el auge en los avances tecnológicos también han surgido acciones ilícitas conocidas como delitos electrónicos o crímenes cibernéticos. Dado el alcance internacional de la Internet, el crimen cibernético se ha convertido en una actividad organizada y profesional. Los criminales cibernéticos aprovechan la vulnerabilidad de las redes y las computadoras para obtener acceso a información valiosa como información de identificación personal, datos financieros y o propiedad intelectual. Los criminales ahora utilizan la Internet para realizar extorsión, fraude, lavado de dinero y robo.
Desde hace varios años he luchado por reforzar la seguridad cibernética, no solo en las agencias y dependencias del gobierno, tanto a nivel estatal como municipal, sino también en nuestras escuelas y hogares. Es por eso que he presentado legislación dirigida a prevenir e investigar cualquier tipo de ataque cibernético.
Desde 2011 he insistido en la creación de un Laboratorio Tecnológico Especializado en Crímenes Cibernéticos para Puerto Rico. Dicha entidad estaría a cargo de recopilar, extraer, preservar y analizar toda la evidencia relacionada a crímenes cibernéticos, incluyendo fraude, piratería, robo y falsificación, ataques a sistemas, interceptación ilegal de redes, interferencia de datos y violación de información confidencial.
En orden de agilizar el proceso investigativo, el laboratorio debería estar adscrito al Departamento de Justicia. Contaría con el personal capacitado y recursos tecnológicos especializados, como por ejemplo, computadoras con capacidad de análisis forense en ordenadores, discos externos, memoria USB, celulares y otros; sistemas para el desciframiento de contraseñas, reconstrucción de actividades de historial de la “Web” y acceso a archivos temporales y ocultos que ayuden a alcanzar estos objetivos.
Por otra parte, mucho se ha hablado sobre el uso de Facebook, Twitter, y ahora, Instagram, entre otras redes sociales, especialmente sobre la seguridad de los datos que colocamos y almacenamos en estos noveles y atractivos portales cibernéticos. Entendemos que todavía existe mucho desconocimiento sobre lo vulnerable que pueden ser estas redes y la importancia de proteger la información personal que ahí subimos. Por tal razón sugerimos la realización de talleres especializados de este tema para nuestros estudiantes.
Igual, entendemos meritorio que se desarrolle una campaña mediática para instruir a nuestros niños y jóvenes sobre la vulnerabilidad en las plataformas de vídeo juego,pues muchas consolas ahora se conectan directamente a Internet, dando una puerta los criminales para acceder sus datos.
La seguridad cibernética es una prioridad.